Suicidio no alivia sufrimiento – sólo aumenta el dolor

—Mi novio me dejó para otra chica aunque yo siempre le complacía totalmente. Yo era virgen cuando nos conocimos. He intentado matarme dos veces pero no podía. Pensaba que me vengaría de él así. Ahora pienso otra vez en suicidio porque mi vida no tiene significado sin él pero he oído que todas suicidas van al infierno. ¿Es verdad? 

—Antes de que contesto esta pregunta, haré una pequeña digresión. Hace un tiempo, un joven que yo conocía me llamó después de haber hecho grandes esfuerzos para conseguir mi número de teléfono. Una noche, me llamó y tuvimos la conversación más triste que he tenido en toda mi vida. Él dijo lo siguiente:

—Tengo una enfermedad seria. La he aguantado durante muchos años pero ya no puedo. Te pido, ¿me puedes decir cuál oración necesito leer para que me lleve Dios; porque si Él no lo hace, me mataré. Ya lo he decidido. No necesito que me lo compadeces, pero tú no sabes lo que he padecido todos estes años. Y ahora, es el momento – he perdido mi paciencia. Dime cuál oración necesito leer. ¿O debo matarme?

Hablaba con él durante mucho tiempo pero no pude convencerle que él no tenía la autoridad tomar su propia vida; sólo Dios puede hacer eso. Él creía en Dios pero estaba completamente resuelto matarse; y tal vez ya lo ha hecho.¹ Porque oración no es un hechizo mágico; no puedes decir una oración y entonces morir. Oración es primeramente y más importantemente la disposición para aceptar la voluntad de Dios; es un pedido de las fuerzas para cumplir con la voluntad de Dios, no importan cuántas tentaciones te enfrentan.

Yo estaba muy afectado por mi conversación con este joven. Querría tanto poder convencerle cambiar su decisión. Después de todo, hay momentos cuando la vida de un hombre puede depender de una sóla palabra bondadosa. Sin embargo, yo entendía que la posibilidad de que la palabra bondadosa fuera agradable a él era pequeña porque la mente de una persona quien está pensando en el suicidio no está clara, está oscurecida por el diablo. Así que es mejor que la gente sepa de antemano cuán serio es el pecado de suicidio para que no surja el impulso.

Suicidas van al infierno no porque Dios es malo y quiere enviarlos para allí, sino porque ellos preferían sus propias voluntades y no la de Dios. Y porque sus mentes cedaron a la decepción del diablo (si no, no se matarían), ellos se envian a si mismos al infierno.

Sería mejor si leyeras las siguientes palabras primeramente en un lugar pacífico. Tal vez si entendieras a tiempo lo que es el suicidio, no estaría haciendo estos intentos. Pero cualquier que sea el caso, es la misericordia de Dios que te detuvo y no algún incidente.

Usualmente los que no tienen éxito en terminar sus propias vidas se caen en desesperación peor, se vuelven aun más nerviosos e introvertidos. Pero también hay los que se dan cuenta de que Dios los rescató aunque hubieron intentado salir de esta vida. También hay los que razonan que si Dios quiere que se queden vivos, entonces no tendrán éxito sus intentos de matarse. Pero cuando el intento sea exitoso; porque estaban poniendo su fe en la suerte, estaban pidiendo ayuda del diablo y no de Dios.

Cuando comienzas a pensar en el suicidio, recuerda que todo el dolor y sufrimiento en la Tierra son mil veces más ligeros que el dolor y el sufrimiento en el próximo mundo. También recuerda que suicidas van al infierno; no reciben un funeral Cristiano porque renunciaron a Dios por su acto y se murieron como no creyentes.

Suicidio es dolor, dolor, y otra vez dolor Es un dolor mucho más terrible que puedes imaginar. No puedes matarte para evitar el dolor. Si sólo supieras cuáles tormentos esperan a suicidas en el infierno, seguramente no más querrías matarte.

Y yo sé que no soy un tipo de moralizador teórico. No necesito hacerme aparecer listo para ti – cuando yo estaba recientemente parte de la Iglesia, yo mismo tenía pensamientos de suicidio. Entonces, yo sé de estos tormentos que te mantienen despierto por la noche. Me puedes reír pero yo estaba lastimado lo más de todo por la crueldad de gente alrededor de mí, por su falta de amor. Literalmente podía sentir que me estaba ahogando en este mundo donde todos se ocupan por sus propios problemas, sus propias vidas, y nadie ni piensa de mirar alrededor de si mismo; si no cuentas a los pecadores que miran alrededor buscando con quién compartir su indecencia.

Sí, era muy doloroso para mí ver esta falta de amor entre Cristianos quienes van con regularidad a la Iglesia, leen sus oraciones cada día, van a la confesión con frecuencia y reciben la Eucaristía, pero todo siendo una formalidad. Era simplemente horrible pensar que yo podía llegar a ser el mismo tipo de persona con un corazón de hielo.

Cuando pensamientos malos se apoderaban de mí, yo oraba desesperadamente: —Señor, líbrame de pensamientos de suicidio porque simplemente no podré soportarlos…— Pero mis pensamientos se volvieron más fuertes y oré otra vez; se volvieron más fuertes de nuevo, y oré otra vez – y seguía así hasta que me dejaron en paz.

Mi apoyo más grande en todo esto vino por un padre espiritual. Estaba avergonzado confesar tales pensamientos a él – aun más avergonzado de ellos que de pensamientos lujuriosos. Pero sabía que si no los confieso, podrían convertirse de pensamientos en actos.

Quieres terminar tu vida porque tu novio te dejó. Pero ¿qué lograrás por matarte? Quieres venganza. Pero sólo lograrár vengarte de ti misma y no de él. Él estará feliz estar libre de su novia -loca- y seguirá divertiéndose con su novia nueva. Venganza, no importa de cual tipo es, nunca hace nada bueno. Harías mejor pensando en cómo te vas a sacar de este callejón sin salida.

Tal vez no vez una salida; tal vez te parece que te enfrenta una penumbra impenetrable. No te desesperes. Ora a Dios que Él te ayude a salir de este abismo de tristeza. También tienes una oportunidad, aun si no la ves. Sé paciente, y por tus oraciones, Dios te ayudará a ver esa oportunidad.

En cualquier caso, debes saber que mucha gente quien se ha caído en desesperación, quien ha perdido toda la esperanza, ha en un momento de iluminación entendido que una solución buena estaba a su lado pero no la veía porque estaba demasiado desconcertado y alterado.

Sí, eras una virgen y ahora no la eres; tenía a un amado y ahora no lo tienes. ¿Pero ha terminado tu vida con esto? ¡No! ¿Te has enfermado con reumatismo y has perdido todos tus dientes, se ha vuelto gris tu pelo y no podrás encontrar a otro novio? Por supuesto que no. La vida sigue. Así que no te desesperes. Pídele ayuda a Dios, ve a confesión, y comienza una vida nueva.

Tienes que entender que la vida sin Dios es una vida triste, un tipo de suicidio lento de todo lo bello dentro de ti. Con tu novio, probaste muchos placeres de la vida, una vida de pecado, y se acabó mal. Porque el fin de pecado es dolor – no te lo olvides. El fin era el resultado natural pero la causa era tu pecado. Y no pienses mucho en que tus amigas viven durante años y nada les pasa. Sufrimiento viene según la medida del pecado.

Así que, tómate por la mano, ármate de coraje, y ve para adelante. Dios te ayudará. La vida es bella. —La vita e bella—, como dice el título de una de mis películas favoritas (fue producido por Roberto Benigni, ¿tal vez la has visto?).

Sí, la vida es bella…

—Pero que tal si no es bella, sino dura, cruel, y despiadada?—

Entonces es importante entender que la vida puede ser bella. Sí, porque la heridas se pueden curar y el dolor se puede ir. Sólo es un problema de saber cuál camino escoger.

Danion Vasile