Santos Codrato de Corinto y compañeros Mártires
Los padres de San Codrato eran cristianos griegos, y vivían en la ciudad de Corinto. Ambos murieron, cuando el santo era aún muy pequeño. Codrato nació en el desierto, donde su madre lo había llevado para huir de la persecución de Decio. Allí murió su madre y Codrato creció, alimentado por el ciervo. Los vestidos que su madre le había puesto antes de morir, crecían con él. Más tarde, Codrato volvió a la ciudad y estudió medicina, teniendo muchos discípulos, que vivían como anacoretas.
Bajo los emperadores, Decio y Valeriano, Jasón, prefecto de Grecia, recibió la orden de poner en ejecución los crueles edictos persecutorios. San Codrato se presentó ante Jasón, quien se esforzó, al comienzo de convencerlo de hacer sacrificios a los dioses, para escapar a los castigos. El siervo de Dios, que asistía a la reunión con cinco discípulos, contestó que prefería la salvación eterna, que la vida temporal. En vez de defenderse, le contó en resumen la Biblia, desde la creación hasta la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Jasón rechazó desdeñosamente, la idea de que Dios hubiese podido hacerse hombre y padecer por nosotros.
Después de tratar de convencer a Codrato, se dio cuenta que nada le daba resultado y lo mandó a azotar. En seguida, trató de convencerlo a Cipriano, que era casi un niño, diciéndole que era muy chico todavía, pero Codrato les gritaba exhortando a sus compañeros, que permanezcan firmes en su fe cristiana.
Todos los mártires fueron sometidos a horribles torturas, y finalmente fueron arrojados a las fieras, pero éstas no les hicieron daño alguno. Entonces fueron llevados afuera de la ciudad y decapitados. Esto sucedió en el año 258. Los nombres de los otros mártires eran: Dionisio, Anecto, Pablo y Crescente.
Fuente: crkvenikalendar.com
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