La iglesia ortodoxa en Chile: mirada desde el otro lado
Jorge Antonio Estrada Hermosilla es un catolico chileno que vive en Santiago toda su vida. Su padre era un Ingeniero Químico-Cerámico Industrial y su madre es una Profesora de repostería y un miembro de Opus Dei. Aqui terminó su colegio Saint Gabriel´s English School, y formó como un publicista en la Pontifica Universidad Católica de Chile. Jorge ha desarrollado todo su trabajo profesional en empresas de prestigio en Chile, y ahora su desempeño actual es publicista asesor en una agencia de publicidad. Jorge participa en las actividades voluntarias, pertenece al Grupo Voluntario donante de Sangre del Hospital El Salvador. Además desarrolló por muchos años un voluntariado como Brigadista Contra incendios.
Hace medio año Jorge ha empezado participar en las actividades de la comunidad ortodoxa. Fue a las clases del coro dirigido por Elena Raskopova, la directora del coro de la Parroquia Ortodoxa de San Nicolás de Serbia. Conociendo la comunidad empiezó asistir a los servicios. Por nuestra página web Jorge habla sobre su experiencia de conocer ortodoxia.
Aquella tarde al término de la clase de coro con la Señora Elena Raskopova recibo una invitación inesperada, me invita a pasar la Iglesia Ortodoxa Rusa de la Santísima Trinidad y la Santísima Virgen de Kazan y conocer la Parroquia Ortodoxa de San Nicolás de Serbia, invitación que acepté y agradecí de inmediato.
Al subir las escalas para ingresar a la parroquia pensaba como sería en su interior, me preguntaba qué es la Iglesia Ortodoxa, lo que sabía de ella era muy básico, por lo tanto dije debe ser parecida a la mía; la Iglesia Católica Romana. Estaba en eso y sin darme cuenta entro a la parroquia junto a la señora Elena y al caminar algunos pasos por su alfombra roja, vi algo que no podía creer que existiera… algo que jamás nunca había visto. Quedé paralizado, nunca en mi vida había visto algo tan maravilloso. Una parroquia que al recorrerla con mi mirada me llenó de asombro y que no dejaba de emocionarme al verla, de una solemnidad y belleza, que me llenó de emoción. Sentí una alegría infinita depoder estar ahí.
Aquel día se celebraba una Vigilia. Me pidió muy amablemente la señora Elena que la esperara, ella avanza hacia el padre Dusan de quién no sabía nada. Lo veo preparando su oficio religioso y observo que conversan. De repente él me mira y me obsequia una sonrisa, yo le de volvíuna pequeña inclinación hacia él como signo de respeto y en ese instante que me saludaba pasó algo en mi persona. Me sentí contento por aquel gesto, sentí que no importaba que fuera Chileno, pensé que ésta Iglesia ortodoxa es casa de Dios y que no debía tener fronteras, que debía ser afectuosa, que debía ser multicultural, que debía ser inclusiva,que es amiga de nosotros los chilenos y de otros.
Comienza la liturgia y a diferencia de la Iglesia Católica Romana, uno permanece de pie durante todo el oficio religioso, algo diferente y único para mí. Lo hice con todo gusto, seguí paso a paso la vigilia, sin importar que fuera en idioma ruso. La verdad que no fue barrera para sentir lo que el padre debía estar diciendo, esto generó cada vez una emoción que creí que ya no la tendría más en mi vida. Estaba en eso y de repente sucede algo inesperado, veo al padre Dusan que me llama y yo desconcertado me acerco y era que amablemente me invita, junto a otras personas, a recibir un sacramento. Él con un rosto cercano y amable. Quedé impresionado hasta el día de hoy.
Pensaba en mi interior… la Iglesia ortodoxa llena de símbolos, tradiciones ancestrales y tan desconocida para mihizo que comenzará a sentir que tenía ciertas coincidencias con ella y que pasaban por la persona que soy, algo especial y prematuro para sólo un día en esta hermosa Iglesia, llena de profundidad y emoción recibiéndome con sus puertas abiertas sin preguntarme nada.
La vigilia comenzaba y siento el coro que dirige la señora Elena cantar acompañandola liturgia del padre Dusan, fue de un impacto tremendo. Me estremeció de emoción y de alegría. Realmente algo único, de un profesionalismo, una fuerza coral impresionante dando a la vigilia un magnetismo poco visto en mi vida.
Hoy he continuado asistiendo a vigilias y liturgias, he tenidola posibilidad de interactuar con parte de la comunidad,de la que estoy muy agradecido. Tengo claro que somos culturas diferentes,sin embargo eso no ha sido impedimento ni barrera. Me han acogido,respetado como chileno y yo a ellos. Vayan mis agradecimientos sinceros por sus gestos de amistad, saludos y buenos deseos, que son correspondidos.
Hoy me encuentro en un proceso de conocer más de la Iglesia Ortodoxa. En este corto período de tiempo que llevo asistiendo,debo decir quelo que he visto y aprendido me ha sobrecogido.
Muchas Gracias Padre Dusan, muchas gracias Señora Elena,muchas gracias Comunidad.
Qué Dios esté siempre en sus corazones, tienen una Iglesia maravillosa, igual que la mía,sólo que hoy en lo más profundo de mi ser, quiero saber a que lugar realmente pertenezco.
Spaciba
Jorge Estrada H.
Pravoslavie.cl