El significado del matrimonio en la Iglesia Ortodoxa
Para el Cristianismo Ortodoxo, el matrimonio es un Sacramento, uno de los siete Sacramentos comúnmente designados en la Iglesia. Esto significa que, desde el punto de vista de la comunidad cristiana ortodoxa, es relacionado directa e inmediatamente con la experiencia de pertenecer al pueblo de Dios y con la vivencia mística de formar parte de la Iglesia. Es fundamental para la comprensión de las prácticas e ideas cristianas ortodoxas acerca del matrimonio, enfatizar que el matrimonio como Sacramento comienza con la presuposición de que las dos personas que entran a la unión matrimonial son miembros del Cuerpo de Cristo y comparten su vida litúrgica.
Hablando en términos generales, la identidad de los novios con la Iglesia se enfatiza y se vivencia en la Divina Liturgia. La asistencia a ella, y la frecuente recepción de la Santa comunión es la dimensión y señal más importante de la membresía del cristiano Ortodoxo a la Iglesia. Es de este hecho que entendemos el ímpetu básico de la comprensión ortodoxa del matrimonio. Aunque en la actualidad, la ceremonia ortodoxa del matrimonio es un oficio bellísimo y bastante complejo que generalmente no se celebra junto con la Divina Liturgia, es muy significativo tomar en cuenta que, originalmente, los Cristianos Ortodoxos iniciaban su matrimonio asistiendo a la Divina Liturgia juntos, recibiendo la Santa Comunión, y luego siendo bendecidos por el Obispo con una simple oración en la cual pedía a Dios que uniera la pareja.
Naturalmente se supone que la pareja ha dado su libre consentimiento para unir sus vidas como marido y mujer en amor y fidelidad. Sin embargo, no es el libre consentimiento por sí solo elque hace que el matrimonio sea un Sacramento. Es presentarse ellos mismos como pareja al cuerpo reunido de la Iglesia, compartir como pareja en la Eucaristía y toda la experiencia de la Divina Liturgia, y recibir la bendición del Obispo o Sacerdote en la presencia de la Iglesia, lo que lo hace un Sacramento. Es precisamente el hecho de que este matrimonio, no como los matrimonios civiles, es incorporado a la vida misma de la Iglesia, y es santificado y bendecido por la gracia de Dios, lo que le otorga un significado especial. Las palabras claves en el Oficio del matrimonio en la Iglesia Ortodoxa son las que pronuncio el sacerdote en el momento en que une las manos de los novios; reza a Diosdiciendo… “extiende ahora Tu mano desde lo alto de Tu Santa Morada y une a este Tu siervo N. (nombre del novio) con esta Tu sierva N. (nombre de la novia), ya que por Ti la mujer se une con el hombre…” En este instante del oficio, las manos de la novia, del novio y del sacerdote son unidas, significado que la pareja se vuelvo una en la presencia de la Iglesia y mediante la acción y gracia santificante de Dios. La relación primitiva del Sacramento del matrimonio con la Eucaristía aún se mantiene en la Iglesia Ortodoxa a través de la práctica, en la cual los novios comulgan juntos el domingo o festividad anterior a la celebración de su matrimonio.
Así, para la Ortodoxia, el matrimonio no es simplemente un acuerdo de un hombre y una mujer para compartir sus vidas; no es meramente una sanción legal. No es “realizado” por la pareja misma, con el clérigo y la congregación como testigos de su decisión. Su unión basada en su libre voluntad de unirse como marido y mujer, se vuelve sacramental porque son unidos como cristianos ortodoxos, miembros de la comunidad eucarística compartiendo juntos el Cuerpo y sangre de Nuestro Señor Jesucristo, y recibiendo la Gracia de Dios para su unión mediante el ministerio de la Iglesia entera en la persona del Obispo o el Sacerdote, y en la presencia del pueblo de Dios congregado.
Esto explica porqué la Iglesia no acepta fácilmente el matrimonio de un cristiano ortodoxo con otro cristiano no ortodoxo, y por qué le es imposible unir “en Cristo” a un Cristiano Ortodoxo con alguien que no sea Cristiano. Tal como en la participación del Sacramento de la Santa Comunión la Eucaristía es reservada sólo para los cristianos ortodoxos, del mismo modo, el Sacramento del matrimonio retiene su significado pleno cuando ambos, el marido y la mujer, son cristianos ortodoxos practicantes.
Es por una razón similar que la iglesia bendice y santifica la unión matrimonial de por vida. Así, como reservas mentales secretas desvirtuarían la unión que se logra entre el comulgante y el Señor, en el Sacramento de la Santa Comunión (aunque la presencia de Cristo en Su Cuerpo y sangre es verdadero y real), así de un modo similar, un compromiso que no es total y pleno de parte de los novios hace que su unión no sea completa. Tal como su lealtad hacia Dios ha de ser permanente y total, así también su unidad uno al otro, que es santificado e incorporado en la relación divina mediante el Sacramento, debe ser permanente y total.
En la Iglesia ortodoxa, los propósitos del matrimonio son muchos. De una prioridad bastante alta, es la procreación de hijos. Se entiende que los cónyuges son colaboradores de Dios no sólo en la perpetuación de la vida humana a través de la concepción de hijos y de su nacimiento y cuidado físico, sino también en el sentido más profundo de la alimentación espiritual de nuevos miembros del Reino de Dios. Es por esta razón que el uso de métodos anticonceptivos es un asunto que requiere de una seria consideración y del consejo del padre espiritual. En ningún caso aprobaría la Iglesia un método que deliberadamente lustrará, de forma permanente, este propósito del matrimonio. Pero sin embargo, existen otros fines del matrimonio aparte de este. Se enfatiza mucho el apoyo mutuo entre la pareja, así como la ayuda y realización mutua. En el oficio del matrimonio en la Iglesia Ortodoxa se intercambian las coronas matrimoniales tres veces; así también se acostumbra hacer (en variadas tradiciones locales) con las argollas. Este intercambio de las coronas y de las argollas enfatiza la mutualidad y la igualdad compartida de la pareja. Mas es siempre dentro del contexto de la presencia de Dios y pertenecer al pueblo de Dios, la Iglesia. El cuidado, preocupación, ayuda y apoyo mutuo están en la base de la relación de amor del marido y de la mujer. Es por esto que la Biblia encuentra apropiado comparar el amor conyugal con el amor de Cristo para con Su Iglesia. Su sacrificio, cuidado, apoyo y amor protector y salvador para con nosotros es un ejemplo para todos, pero de forma única es modelo perfecto para el amor del marido y mujer. Ese amor necesita tiempo, esfuerzo y paciencia para desarrollarse. Se expresa de muchas diferentes maneras. Las relaciones sexuales dentro del matrimonio son no sola-mente un medio para la procreación sino también expresan la unión total de la pareja en todas las cosas de sus vidas. Es por esta razón que muchos teólogos ortodoxos son de la opinión que se debe permitir el uso de ciertos métodos de control de la natalidad siempre cuando se respetan también los otros propósitos del matrimonio. Todo lo que hagan los cónyuges cristianos ortodoxos en su vida común mantiene el carácter sacramental cuando se haga en unidad con Cristo y Su Iglesia.
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