¿Quién nos puede librar de nuestras ataduras?
San Teófano el Recluso
Dijo el Señor: “Si el Hijo os hace libres, libres seréis en verdad”. ¡He aquí la libertad! La mente se halla sujeta por las cadenas de la ignorancia, el extravío, la superstición, la duda; se revuelve, pero no se puede librar de ellas. Aférrate al Señor y Él alumbrará tu oscuridad, rompiendo todas las ataduras de tu mente.
La voluntad se halla sujeta por las pasiones, que no le dan espacio para trabajar; ella se agita, se opone, como uno que ha sido atado de pies y manos, pero no se puede zafar. Pero tú lo que debes hacer es aferrarte al Señor, y Él te dará las fuerzas de Sansón, destruyendo las ataduras que te tenían sujeto. El corazón es oprimido por un cúmulo de preocupaciones innecesarias, que no le dan un respirto. Pero tú aférrate al Señor, y Él te dará sosiego. Solo así estarás en paz contigo mismo y todo lo que te rodea se hará luminoso, y tú andarás de la mano del Señor, sin vacilar jamás ni tropezarte, aun en medio de las tinieblas de esta vida, hacia la alegría sin fin de la eternidad.
Fuente: doxologìa.org
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