Individuos de conducta sexual desviada no pueden definir lo que es normal
Los quienes se están confundidos acerca de su propia sexualidad o rechazan principios morales Cristianos y tradicionales son incapaces de dar consejos acerca de relaciones humanas normales o la vida familial dentro o fuera de la Iglesia Ortodoxa.
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Los quienes están en corrupción espiritual o depravación sexual no pueden ser de confianza para sermonear a otros acerca de lo que es normal ni exigir que los normales acepten la anormalidad.
Los quienes creen o enseñan que sodomía es o —normal— o que no es pecaminosa se han separado de las enseñanzas verdaderas de la Iglesia Ortodoxa y se oponen a las leyes de la naturaleza.
Homosexuales activos o cualquier persona que participa en conducta sexual desviada nunca deben poder enseñar a niños ni a jóvenes acerca de sexualidad en cualquier escuela pública o institución religiosa.
Los quienes dicen que la Biblia no condena actos homosexuales están mintiendo y engañándose a si mismos y a otros. Ellos contradicen directamente las Escrituras y la enseñanza universal de la Santa Iglesia Ortodoxa.
Cualquier persona quien aboga que hombres se pueden casar con hombres o que mujeres se pueden casar con mujeres o cree que el matrimonio puede ser algo diferente que la unión de un hombre y una mujer traiciona la tradicion moral de la Cristiandad.
Los quienes creen que hombres se pueden cambiar a ser mujeres y viceversa no tienen ningún derecho dictando cualquier política público o ley que apoya o legitima tales aberraciones en una sociedad civilizada.
Los quienes apoyan o recomiendan la transformación médica de un niño a una niña o de una niña a un niño practican abuso infantil. Médicos quienes participan activamente en modificaciones de cuerpo transgéneras de niños deben perder sus licencias de practicar la medicina.
Si cualquier clérigo o maestro en la Iglesia Cristiana Ortodoxa aboga por estas ideas corruptas, él ha traicionado la Fe Ortodoxa. En su confusión él ha llevado por mal camino a los fieles. Él está luchando contra las leyes de Dios y de la naturaleza. Él está apoyando rebelión dentro de la Iglesia y en la sociedad. Él no es de confianza. Su revuelta contra la naturaleza es en última instancia una revuelta contra Dios.