El Metropolita Amfilohije visitó la ciudad Inca de Cusco y bautizó a habitantes

 Su Eminencia Reverendísima Amfilohie, Arzobispo de Cetinje y Metropolita de Montenegro y el Litoral en su estancia en Perú, visitó una antigua y prestigiosa ciudad Inca: Cusco. Durante su visita, la primera visita de un obispo ortodoxo serbio de Cusco, el Metropolita bautizó a la familia Kadagandom de esta ciudad.

En esta ciudad, durante mucho tiempo había la necesidad de establecer una parroquia ortodoxa.  Se comunicó con la Diócesis de Buenos Aires un grupo de decenas de personas que desean recibir la Ortodoxia, dirigidos por el profesor de la Universidad de Cusco y abogado el sr. Valdimir Froilan Apaza Kadagandom, anteriormente franciscano.

Por lo tanto, después de varios meses de estudio de catecismo llegó por primera vez en la historia a la antigua ciudad de Cusco, la visita de un obispo ortodoxo.

Por la tarde, el Metropolita Amfilohije, acompañado por el Archimandrita Rafaíl (Čeprnjić), Arcipreste-stavrofor Dragan Mitrovic y Protodiácono Vladimir Jaramaz en la orilla de la laguna Lukre (en las afueras de Cusco), se llevó a cabo el sacramento del bautismo y la confirmación de la familia Kadagandom.

En el hermoso ambiente de la laguna, la familia fue bautizada. Valdir recibido el nombre de Vladimir por San Juan Vladimir, Rey de Serbia y el Equiapóstol Santo Príncipe Vladimir de Rusia, y su esposa e hijos Anastasija, Juan y Rafael.

Obispo Amfilohije felicitó a los nuevos miembros de la Iglesia de Dios y deseó que la comunidad ortodoxa en la ciudad de Cusco, cada día vaya creciendo:

“Estas almas bautizados son ungidos por el Espíritu Santo en la forma que lo hicieron los apóstoles y sus sucesores a través de los siglos. El bautismo con el que Cristo fue bautizado en el río Jordán, por la inmersión, así como la Iglesia de Dios conserva a lo largo de los siglos esta tradición por la Ortodoxa. Esto que sucede hoy aquí en esta antigua tierra de los Incas, confirma lo que el Señor ha dicho a sus discípulos: “Id, y bautizad a todas las naciones, no sólo a una nación, y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y he aquí que esto es una señal de Dios, que yo como Arzobispo Metropolitano de Montenegro he venido desde lejos hasta aquí para recibir cuatro hermanos, hijos espirituales, cuatro ahijados”.

Al final del Arzobispo de Cetinje Amfilohije bendijo que en esta ciudad haya una parroquia que llevará el nombre de la Santa Trinidad:

“Este es el comienzo y el fundamento de una nueva comunidad, de la  Parroquia de la Santa Trinidad en esta ciudad, y si Dios quiere que esto sea la semilla de muchas otras personas que recibirán la fe de la Iglesia Católica, Apostólica y Ortodoxa”.

Después del bautismo se organizó recorrido por las viejas paredes del Imperio Inca y que se han conservado hasta nuestros días.

 

 

 

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